Ideas como la que Daniel Goleman comentó para el Harvard Business Review referente a que la inteligencia emocional tiene el doble de importancia que las destrezas técnicas o el coeficiente intelectual para determinar el desempeño de la alta gerencia cada vez suena más constantemente en las empresas de la actualidad.
No podemos negar que la inteligencia emocional es un ingrediente escaso en las esferas gerenciales y cada vez más apreciado, sin embargo, es esencial reconocer que el éxito en la gestión empresarial no se limita exclusivamente a la inteligencia emocional. Se requiere un equilibrio entre habilidades emocionales, un sistema claro para definir y seguir los objetivos, aprender a dar prioridades y la disciplina para seguirlos hasta que se terminen; sería un grave error pensar, como muchas personas en la actualidad, que solamente con inteligencia emocional o con las llamadas “soft skills” lograrás dar resultados y tener éxito en el mundo empresarial.
No quiero confundir a nadie y mandar un mensaje equivocado, la inteligencia emocional importa y poder reconocer y manejar nuestros sentimientos y los de los demás es muy importante al igual que ser personas estables y convencidas pero esas habilidades sin estructura y enfoque no servirán de mucho ni te harán sobresalir en un ambiente gerencial, porque al final los avances o beneficios de la inteligencia emocional son difíciles de cuantificar o demostrar.
Cortese (2022) comenta que cada emoción está vinculada a elementos fisiológicos precisos y la destreza que tienen las personas con inteligencia emocional para identificar esa relación será muy útil. Por ejemplo, cuando tienes hallazgos de auditoría que resolver, el sentimiento desagradable de recibir un hallazgo y ser evidenciado deberá ser la motivación para detonar un plan de acción claro y estar convencido que le darás seguimiento para evitar que te vuelva a suceder, pero si te quedas atorado en el manejo de los sentimientos, apoyando a los afectados y fortaleciendo tu manejo de las emociones te puedo asegurar que pasará un año y no habrás resuelto nada relacionado a los hallazgos que te hicieron. Aquí es donde la autodisciplina toma relevancia porque normalmente la urgencia de resolver las cosas se irá diluyendo con el transcurso de los días y todas las actividades más urgentes hará que dejes para después tus hallazgos y al paso de un año te darás cuenta que no lo resolviste y ya llegó de nuevo la auditoría.
La frustración que genera situaciones como el ejemplo anterior nos puede mostrar el equilibrio que se requiere para tener éxito en el mundo empresarial porque podemos tener un sistema fuerte de prioridades, objetivos claros, ser disciplinados pero si cuando algo no sale de acuerdo al plan tratas mal a tus subordinados, les levantas la voz, haces reclamos absurdos, lograrás desmotivar a tu equipo de trabajo, alejarlos e incluso generar renuncias y rotación que generará más problemas que el beneficio de que las cosas salieran como tú quieres.
De la inteligencia emocional considero que la fortaleza más importante es la modificación de la conducta y nuestros pensamientos para lograr los mejores resultados.
Para obtener los mejores resultados requerimos tener bien pensado y definido lo que queremos lograr, definir tiempos y planes de acción y al seguirlos de manera constante llegaremos a cumplirlo, incluso con poca o nula inteligencia emocional, pero al obtenerla será mucho más agradable y disfrutable el proceso de desarrollar los planes, con menor estrés y sobre todo con equipos de trabajo motivados y efectivos.
Si bien la inteligencia emocional permite a los líderes reaccionar de manera creativa e inteligente ante los problemas y dificultades, no es suficiente por sí sola para garantizar el éxito empresarial. La disciplina y la capacidad para establecer prioridades son aspectos igualmente cruciales que los gerentes y directores deben dominar para enfrentar los desafíos del entorno empresarial actual.
La Importancia de los KPIs, ¿Qué tiene que ver aquí?
Los KPIs son métricas clave que proporcionan información cuantitativa y cualitativa sobre el desempeño de una empresa en relación con sus objetivos estratégicos. Dicho de manera muy simple, los objetivos estratégicos son a dónde queremos llegar como organización, es decir, todos debemos estar alineados con esos objetivos. Estas mediciones permiten evaluar el progreso con total efectividad y son útiles porque las personas con inteligencia emocional corren el riesgo de perder objetividad en aras de cuidar los sentimientos de otras personas y están dispuestas a pagar por los errores o falta de responsabilidad de los demás con tal de no lastimar a nadie.
No lograr medir el desempeño de manera clara y contundente evitará que un director o Gerente pueda lograr los resultados que le están pidiendo las partes interesadas.
Integración de la Inteligencia Emocional con las “hard skills”
Si bien las “hard skills” son herramientas invaluables para la gestión empresarial, es importante reconocer que la inteligencia emocional sigue desempeñando un papel crucial en el liderazgo efectivo. La capacidad de comprender y gestionar las emociones propias y de los demás continúa siendo fundamental para cultivar relaciones sólidas, fomentar la motivación y promover un clima laboral positivo.
El objetivo de todo Director y/o Gerente debe ser lograr el equilibrio entre la inteligencia emocional y las llamadas “hard skills” para llevarlas al máximo nivel que podamos llegar para inspirar y motivar a los equipos hacia el logro de los objetivos organizacionales, promoviendo un sentido de pertenencia y compromiso dentro de la empresa.
En conclusión, si bien la inteligencia emocional es un componente vital del liderazgo empresarial, no se puede subestimar la importancia de toda la parte “hard” no podemos ser efectivos con un enfoque en resultados sin que me importen las personas o que sólo importen las personas sin interesarme en los resultados.
Referencias
Cortese, A. (2024, 12 enero). La inteligencia emocional en la empresa. Soluciones Humanas Para el Trabajo. https://sht.com.ar/la-inteligencia-emocional-en-la-empresa/
Notas:
Hard Skills: son las habilidades requeridas para llevar a cabo una determinada tarea, y se adquieren por medio del entrenamiento y la educación, o bien, pueden ser aprendidas en el trabajo.
Soft Skills: Son las habilidades para la relación con la gente. Son la suma de características de la personalidad, habilidades sociales, habilidades del lenguaje y otros
rasgos que nos identifican a cada uno de nosotros.